martes, 14 de octubre de 2008

Probando otros textos para gacetilla

Un escritor que busca sus musas en jóvenes manifestantes. Pero su verdadera inspiración es una camarera de un bar céntrico que se niega a decirle su nombre. ¿Dónde se ha visto una heroína de historia de amor sin nombre?
Entonces en uno de esos (estos) tantos viernes de paro general. El escritor en la soledad de ese bar céntrico. Un mar de pérdidas que se cristalizan en imágenes: el ojo mocho, los vuelos sobre el Río de la Plata, los huevitos de la mamá Salmón, las películas de Fellini, la mariposa, la columna, la canchita de básquet de la iglesia.
Las heridas que quedan presentes en su peor momento, cuando no lucen ni cierran. Cuando son cascaritas eternas e irrompibles.

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