viernes, 28 de noviembre de 2008

En CRÍTICA TEATRAL


11-10-08
Ciertas personas que conviven con nosotros
Obra con dramaturgia y dirección de Pablo Iglesias
Resulta extraña la sensación de sentir piedad por un personaje, que durante su relato, desnuda zonas tan oscuras y abyectas. Pero ese incomodo sentimiento se logra a través de un minucioso descenso a los infiernos del protagonista de Cascarita. No luce ni cierra, obra con dramaturgia y dirección de Pablo Iglesias.La pieza sacude porque la historia de este hombre se emparenta con una idiosincrasia de un sector del país más vasto que lo deseado. Entonces las anécdotas (algunas llanas y explicitas, y otras con sugerencias que producen escalofríos), el vocabulario que utiliza, la forma en que su cuerpo ocupa densamente el espacio, adquiere la contundencia de lo cercano, de lo visible, de lo cotidiano; y es eso lo que transforma a Cascarita. No luce ni cierra, en un doloroso recordatorio sobre esta sociedad que permite la cohabitación entre sus pliegues de seres como el personaje de la obra. Porque seguramente los espectadores habrán escuchado sus dichos en cualquier esquina de este país; o se han quedado en una atónita pasividad frente a hechos de violencia cotidiana de nuestro vecino.Pero Iglesias no nos entrega un personaje para el escarnio, si no que en forma estupenda lo dota de muchas dimensiones, para darnos por enterados que lo siniestro camina por la calle, toma colectivos, y nos saluda todos los días.Para que todas esas variopintas sensaciones lleguen como un golpe a la mandíbula, la obra cuenta con una muy buena actuación de Mauricio Minetti, que va desnudando capa por capa a este hombre intricado, intimidante por momentos, violento en otros, y dueño de una extraña sensibilidad. Lo acompaña la actriz Gabriela Perisson en la difícil tarea de transmitir sensaciones e historia de ese “objeto del deseo”, a través de certeras apariciones.Es interesante como el espacio se transforma en el alma desecha de ese hombre, con sus vericuetos y fantasmas. En la misma cuerda es el buen diseño de luces de Marcelo Cuervo, expositivo y sombrío a la vez.El diseño sonoro de Leandro Iglesias instala un “afuera” preocupado y movilizado por lo “grandes temas”, e indiferente por las tragedias del diario vivir.Cascarita. No luce ni cierra, es ríspida, incomoda, pero necesaria de ver.Gabriel Peralta
Teatro La Ranchería – México 1152 – Tel: 4382- 5862Sábados 20.30hsLocalidades: $ 20.-
http://cascaritateatro.blogspot.com

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